Sus dibujos de curvas perfectas, normalmente en blanco y negro y a veces rojo, de colores planos tienen una sensibilidad increíble. Están en papel y pegados a la pared. Podemos verlos sobre todo en los barrios de Montmartre, Belleville y Le Marais.
Ni él mismo sabe a ciencia cierta cuantos dibujos ha pegado por las calles de París pero se cree que supera los 3000.
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